Buenos
días!
Después
de unos meses de locura por fin estamos de vuelta. ¿Qué nos ha pasado? La pandemia
como a todos y diversas oposiciones.
En el post anterior, Na os contaba su experiencia y
sus impresiones en diversas convocatorias en organismos locales.
En el post de hoy os voy a contar mi experiencia
en mis oposiciones a cuerpos de profesores de educación secundaria.
Hace un año exacto estaba a punto de finalizar el
periodo de inscripción y nadie se podía imaginar que esto sería más largo que
un parto. Todo fue con normalidad al
principio: lista provisional de admitidos, lista definitiva de admitidos y
publicación de la fecha de inicio de las pruebas, el 6 de junio con la
presentación de la programación y las unidades didácticas.
Entonces empezó la nueva normalidad pandémica y paralizaron todos los procesos:
mientras que otras Comunidades Autónomas decidieron posponer hasta el próximo verano
sus procesos selectivos, la mía no se pronunciaba y ante las peticiones de los
sindicatos sólo manifestaba que hasta que la situación sanitaria no mejorara no
se tomaría una decisión. Cuando hubo una
leve mejora el Departamento anunció que las oposiciones se harían en setiembre,
coincidiendo con la vuelta a los centros y el inicio de las clases.
Después de un verano intenso de estudio y de
programación, entregué el 4 se setiembre mi programación y a principios de
octubre realicé mi defensa. Pasé a la siguiente fase pero no nos anunciaron
cuando se realizaría la siguiente prueba, la situación sanitaria a mediados de
octubre volvía a ser alarmante y no estaban en disposición de anunciar cuando
se retomarían las pruebas. En aquel momento sí que se confirmó que la segunda
prueba se realizaría en dos días por seguridad.
Después de pasar en ascuas octubre y noviembre, en
diciembre, mientras se anunciaban nuevas medidas y restricciones para las
fiestas de navidad, el Departamento anunció que las pruebas se retomarían el
día 9 de enero y las dos pruebas se realizarían el mismo día.
Volví a pasar las vacaciones de Navidad estudiando
como si me fuera la vida en ello, sin descansar más que unas horas. Para mí
valía la pena con tal de acabar con éste calvario.
Llega el día 9 de enero, con nieve en casi toda la
península y lloviendo a cántaros en Barcelona. Pude hacer mi prueba, por fin,
en una aula enorme, con la mitad de mis compañeros, estábamos repartidos en dos
aulas, con la puerta y las ventanas abiertas para facilitar la ventilación, y
abrigados con gorros y mantas. Pero se hizo.
He escrito este post dos semanas después de la
prueba, ya he hecho la lectura de mi prueba práctica pero no sé aun nada de las
calificaciones. Todavía me siento
agotada mental y emocionalmente, sé que me he esforzado mucho estudiando pero con
diferencia sé que lo peor ha sido la incertidumbre.
Es la primera vez que puedo presentarme a una
convocatoria porque hace diez años que mi especialidad no sale y tenía la
obligación de presentarme, pero si no hubiera sido así muy posiblemente no habría
llegado hasta el final. Una oposición ya es suficientemente dura por sí sola, y
tan diferente a la práctica docente, que no es necesario que unos políticos
hagan y deshagan y no tomen decisiones responsables si lo que está en juego es
la salud y la seguridad, por no hablar de la salud mental de todos aquellos a
los que están exponiendo.
No sé cómo habrán ido, pero ahora ya tengo la
sensación de poder continuar con mi vida.
¡Muchas gracias por leer y comentar!
La Strega Ignorante
No hay comentarios:
Publicar un comentario