lunes, 16 de septiembre de 2019

Rutina de Domingo

Hola, ¡buenos días! Y feliz lunes de septiembre a todos!



Retomamos un poco tarde la programación habitual del blog después de un largo verano lleno de increíbles lecturas.
Uno de los libros que he estado releyendo es el de Tokio Bluse de Haruki Murakami. En el Toru Watanabe, el protagonista, repite una frase que la he acabado integrando en mi filosofía de vida: “Los domingos no me doy cuerda”
Para él no darse cuerda es poder quedarse en casa ordenándola o simplemente hacer cosas para uno mismo y esa es la parte con la que me quedo y la que estoy intentando plasmar en este Post.



Para mí los domingos empiezan tarde, nunca me ha costado madrugar pero últimamente me cuesta un poco dormir y siempre acabo durmiéndome sobre las tres. Por eso los domingos me obligo a quedarme en la cama hasta que mi estómago reclame alimento. Las primeras veces no lo soportaba o me dormía y luego me despertaba con la cabeza abotargada pero poco a poco me he ido acostumbrando.



El desayuno lo intento hacer fuera de casa, ir a un Sandwichez o Buenas migas. Me pido cafés obscenamente grandes y disfruto del ambiente. Muchas veces llevo el ordenador (No por chupar wifi) o los apuntes de la oposición y doy un pequeño repaso o organizo un poco la semana que entra.
Procuro enlazar el desayuno con el vermut o la comida con la familia o los amigos, en cualquier caso en un ambiente relajado y si hay posibilidad de echarse la siesta después no lo perdono. La siesta es uno de mis placeres ocultos, una afición muy compartida con mi hermana.

Por la tarde ya es un poco más variada, un rato de juegos de mesa o consola con los compañeros de piso, una mascarilla fría, pringosa y súper relajante… las opciones son infinitas pero siempre con la constante que no requieran darme cuerda.  Últimamente me ha dado por pasarme horas y horas en pinterest sacando ideas para pintarme las uñas y con el que ponerme.


Una vez hecho todo eso solo queda comentar la cena, los domingos intento tomar una cena ligera y cálida para poder acostarme pronto a leer y no notar pesadez de estómago. Es en ese momento con la habitación ordenada y el cuerpo satifecho cuando me doy cuerda para la siguiente semana.
Espero que os haya gustado mi rutina de domingo.
Feliz semana y hasta la próxima.