Buenos días, que tal estáis?
Ya estamos en semana santa y
algunas afortunadas disfrutarán de toda una semana libre, que suerte!
Yo tampoco me quejo porque al
final de semana tendré mi merecido descanso de ¡cuatro días!
Hoy os presenta una receta que seguro
que muchas ya conocéis y hacéis en casa, es una variación de los típicos
guisantes con jamón, pero en casa nos gusta hacerla así. La solemos tomar como
plato único pero también cambiándola un poco es un perfecto primer plato.
Ingredientes.
Guisantes congelados
Salchichas de buena calidad
cortadas en trozos pequeños.
Media cebolla cortada.
Tomate frito o triturado.
Un cubito de caldo.
Aceite, sal y pimienta.
En primer lugar sofreímos la
cebolla cortada en una sartén hasta que tenga un color bonito, añadimos la
salchicha cortada y después añadimos los guisantes congelados y les damos un
par de vueltas para que vayan adquiriendo calor.
Después les añadimos un poco de
agua y el cubito de caldo y los dejamos cocer, en este punto añado ya un poco
del tomate para que los guisantes cojan un poco de gusto.
Dejamos cocinar hasta que se
haya evaporado el agua, añadimos el tomate, rectificamos de sal y pimienta, y
dejamos que se siga haciendo hasta que queden blanditos y suaves. En menos de
media hora estarán listos.
Opcional: si creéis que el
aporte de proteínas es poco se le puede añadir también un huevo duro. Yo lo
hago previamente y después lo añado o bien entero o en mitades al final de la
cocción para que se caliente con los guisantes. Incluso a veces los he
preparado solo con el huevo.
Es un plato completo, que se
podría comer tanto frío como caliente y además se puede dejar preparado con
antelación.
Espero que os haya gustado la
receta de hoy.
¡Disfrutad de la semana!
La Strega Ignorante.
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