Retomamos un poco tarde la programación
habitual del blog después de un largo verano lleno de increíbles lecturas.
Uno de los libros que he estado releyendo es el
de Tokio Bluse de Haruki Murakami. En el Toru Watanabe, el protagonista, repite
una frase que la he acabado integrando en mi filosofía de vida: “Los domingos
no me doy cuerda”
Para él no darse cuerda es poder quedarse en
casa ordenándola o simplemente hacer cosas para uno mismo y esa es la parte con
la que me quedo y la que estoy intentando plasmar en este Post.
Para mí los domingos empiezan tarde, nunca me
ha costado madrugar pero últimamente me cuesta un poco dormir y siempre acabo
durmiéndome sobre las tres. Por eso los domingos me obligo a quedarme en la cama
hasta que mi estómago reclame alimento. Las primeras veces no lo soportaba o me
dormía y luego me despertaba con la cabeza abotargada pero poco a poco me he
ido acostumbrando.
El desayuno lo intento hacer fuera de casa, ir
a un Sandwichez o Buenas migas. Me pido cafés obscenamente grandes y disfruto
del ambiente. Muchas veces llevo el ordenador (No por chupar wifi) o los
apuntes de la oposición y doy un pequeño repaso o organizo un poco la semana
que entra.
Procuro enlazar el desayuno con el vermut o la
comida con la familia o los amigos, en cualquier caso en un ambiente relajado y
si hay posibilidad de echarse la siesta después no lo perdono. La siesta es uno
de mis placeres ocultos, una afición muy compartida con mi hermana.
Por la tarde ya es un poco más variada, un rato
de juegos de mesa o consola con los compañeros de piso, una mascarilla fría,
pringosa y súper relajante… las opciones son infinitas pero siempre con la
constante que no requieran darme cuerda.
Últimamente me ha dado por pasarme horas y horas en pinterest sacando
ideas para pintarme las uñas y con el que ponerme.
Una vez hecho todo eso solo queda comentar la
cena, los domingos intento tomar una cena ligera y cálida para poder acostarme
pronto a leer y no notar pesadez de estómago. Es en ese momento con la
habitación ordenada y el cuerpo satifecho cuando me doy cuerda para la
siguiente semana.
Espero que os haya gustado mi rutina de
domingo.
Feliz semana y hasta la próxima.
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