Una noche después de su jornada
en un hotel de Madrid, la joven y deslenguada camarera Lizzy salva de ser
atropellado a un hombre William Scoth. A partir de ahí se inicia una relación inesperada entre los dos.
No es mi género favorito pero
me gusta mucho leer chic-lit. Me entretiene y me relaja y normalmente este tipo
de novelas hacen aflorar una sonrisa en mi cara, pero no con esta.
Al principio no me gustó, el
personaje principal Lizzy me pareció demasiado burdo y no me pareció que la
acción se introdujera bien. El problema es que a lo largo de las páginas las
cosas no mejoran aunque la historia sea bonita.
Aunque la acción se desarrolla
en Madrid todas las referencias geográficas que hace parecen fruto de lo que se
pudo aprender en unas vacaciones en España, aunque en la biografía de la autora
dice que vive en un pueblo cercano a la capital sus referencias me parecen
lejanas y poco cuidadas.
No es un libro largo, unas 70
páginas más o menos, pero me ha resultado inaguantable. No me gusta hacer
críticas negativas, sobretodo porque respeto y valoro las opiniones de los demás pero esta
vez tenía que decirlo.
Esto es todo por hoy, si habéis
leído esta novela me gustaría conocer vuestra opinión.
Muchas gracias por leer.
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